Apenas despierto un poco, el ladrido se hace presente en la cercanía. La noche envuelve la habitación, el sueño aberrante comienza a crepitar mi consciencia, la consciencia.
Me aterra de donde vengo.
Ya habían pasado estos episodios. Cuando mi cuerpo está inmóvil, pero mi espíritu despierto. Lo oscuro ya no me visitaba,
-¿Por qué regresas? Le preguntó.
No hay respuesta. No sé si ya me puede escuchar, pero yo a ella sí, la oscuridad es ensordecedora.
– Ya me habías olvidado.
– Podrías ser un poco más cordial al aproximarte, que no ves que me aterras.
Siempre te aproximas con tu celeridad viscosa, te mantienes un tanto distante, te mueves por las orillas y te cuelas entre las ranuras, cubriendo la superficie de tu negritud. Los ladridos del perro me avisan sobre tu presencia.
-¿De qué manera me protejo yo ahora?
Mis gritos solo tú los escuchas, apenas y yo me alcanzo a escuchar. Eres sofocante.
Comienzo a sentir el delirio embriagando mi cuerpo.
Primero los pies, un breve zumbido que se comienza a manifestar, e incrementa hasta que me convierto en panal. Sigo despierto, pero pronto ya no sé si estaré. El vértigo me comienza a desvanecer, mi cuerpo pierde el control, la frecuencia ahora está fuera de mi rango. Existo entre la interferencia.
Todo comienza a volverse un síncope de la razón, y yo no entiendo nada. Mi cuerpo es como si ya no fuera mío, cada vez es más alarmante tu cercanía, y mi colapso más real.
Escucho el sonido de un avión de la Wehrmacht, en este limbo de consciencia.
Algunas veces logré regresar a mi presente mordiéndome la lengua, sacudiendo mi cuerpo antes de que arribe el desvanecimiento, pero hoy no es una de esas, hoy es demasiado tarde, ya te siento muy cerca, faltan unos minutos que se sienten como eternidad para que nos encontremos de nuevo.
Otras veces trate de atravesarte, rendirme ante tu frecuencia para poder convertirte en aliada, trate de entrar sin miedo al abismo, pero es imposible no aterrorizarme con tu luminosa sombra. Traté de rescatar algo de conocimiento de la experiencia, pero de la misantropía total, lo único consecuente es la putrefacción.
Tengo claro que cuando te acercas siento el abismo, mi abismo.
Vivo dormido y despierto en el sueño. Me aterra que me muestres mi somnolencia.
Los ladridos me anuncian tu llegada, se han incrementado y no paran. Tú no sabes parar. Eres como una tormenta inminente, ha empezado a llover.
. . .
Ahora me dejas verte, pero eres engañosa. Primero te comienzas a manifestar destellante, aún no concibo tu forma, pero pude despertar brevemente, me encuentro tan alerta como el perro de la noche, que aún ladra. No regresaré al sueño, me lo prometo a mí mismo.
-¿Pero cuánto aguantaré? Mi lucidez es ínfima, debo procurarla.
No sé si es la oscuridad de la noche, mi oscuridad o la oscuridad aterradora. Esta vez se siente diferente a las demás, antes te colabas entre ranuras y solo te veía en una aceleración, hasta que me ahogabas con tu penumbra.
Pero me aterras.
– ¿Aún no lo has comprendido?
Mis gritos apenas y yo los escucho, es imposible resistirme a este desvanecimiento.
Un grito ahogado y un segundo muteado, un tercero y un cuarto que no se materializan, mi palabra carece de frecuencia.
Es una simple sílaba, una sencilla letra, A. La letra con la que inicia el nombre y apellido de Antonin Artaud. La próxima vez probaré decir su nombre como conjuro. Un quinto grito y ni el aire me escucha. Estoy atrapado en el sueño.
Ahora ya no sé cuál es mi lucidez y cuál es mi ensoñación, pero en ambas te manifiestas, así como los ladridos. Y poco a poco comienzo a darte forma, eres un espectro humeante de oscuridad.
En ti observo mi vació, y me aterra. Me duele y me incomoda materializarte, tienes el aspecto de una nube cumulonimbos, y estas nubes significan mal tiempo.
-¿Qué sucederá cuando se manifieste la tormenta?
-¿O esta es la calma?, en este letargo no sé identificar la diferencia.
Veo mis brazos y veo mis piernas, y me veo durmiente, pareciese que nada está sucediéndome, pero me veo verte y te veo verme. Eres el centro del toroide, un agujero negro que arrastra hacia tu oscuridad toda aquella luminosidad.
Pero nunca te había observado con claridad,
¿Por qué esta vez sí?, parece que ya te conozco.
No eras tan desconocida como te imaginaba, ya nos hemos relacionado antes. Pero ya te he dejado en claro que yo no quiero relación alguna contigo, porque sigues apareciendo.
-¿Ahora así será la calidad de tus visitas?
. . .
. . .
. . .
. . .
¿Por qué escucho un ladrido?, ya lo había escuchado antes. Y esta ensoñación ya la había soñado antiguamente.
Esa sombra de ahí, es de mi despertar o es de mi soñar. La oscuridad me observa y yo la observo a ella.
Esta amnesia constante la identificó como tu presencia.
-¿Por qué no te has ido?
-¿Qué quieres de mí? Parece que quisieras que te cuestione esta vez.
Yo solo quiero dormir, y tú solo me quieres desvelar, permíteme descansar. Este insomnio me mata noche a noche.
Y por alguna razón, solo me recuerdas a “La jouissance”: el orgasmo, el abismo. No me quiero perder, tanto trabajo que me ha costado iluminar el camino. Yo ya no pertenezco al subsuelo, conozco a Hades y le mando saludos, pero en definitiva no lo extraño.
De tan negra que eres me reflejo en ti. Pero…
-¿Dónde quedo el alarmante zumbido que te caracteriza?
-¿Por qué ahora hay calma?
– ¿Se acerca la tormenta?, o ¿acaso ya ha terminado?
Estás detenida frente a mí, eres como una polaroid revelándose, pero ahora ya te has materializado.
Estás posada frente a mí como un fresco, ahora identificó que fuiste parte de mí, eres parte de mí, y serás parte de mí. Hagamos las paces, y prométeme que la próxima vez que te manifiestes, no será de manera alarmante.
Del gr. bizant. ἄσκησις áskēsis; propiamente ‘entrenamiento físico’.
1. f. Reglas y prácticas encaminadas a la liberación del espíritu y el logro de la virtud.
Ascesis es mi palabra favorita el día de hoy, por lo que describe, por lo que me recuerda. Es una palabra que en mi experiencia es poco común, no muchas personas la usan y muchas menos la viven. Es curioso como hay palabras que le otorgan un especial sentido a la vida, como si mi experiencia fuera huérfana y de pronto encontrará una palabra que la adopta.
Así experimente descubrir esta palabra.
No recuerdo con precisión dónde leí esta palabra, puede que haya sido en alguno de los diálogos de Platón, Fedón, Gorgias o El Banquete. No lo tengo muy claro…
Al comenzar a escribir esto me siento un poco intimidado con respecto a abordar un tema de tal importancia y magnitud. A mi cabeza llegan los siguientes pensamientos: ¿Te has vuelto tan loco que escribirás un artículo sobre una sola palabra? ¿Qué te crees filósofo? ¿Qué tanto puedes decir con respecto a una palabra?
Pero no me funciona escuchar tanto esos pensamientos, y trataré de fluir con respecto a porque es de mi interés hablar de esta bella palabra y hermoso concepto.
Mientras redacto esto, me acompañó de la siguiente canción: Within You Without You (Remix), The Beatles 1967. Me parece lo más cliché pero a la vez lo más adecuado para escribir sobre esta palabra. Me parece que si las palabras se definieran con canciones esta sería una buena melodía para describirla.
Comenzaré por un recuerdo que siempre que leo la palabra ascesis viene a mi mente. En el verano del 2010 cuando tenía 12 años, justo después de que España fuera campeón del mundo en fútbol, tuve la oportunidad de que mi familia me llevara a Europa. Conocí Barcelona por primera vez en mi vida, y al conocer Barcelona encontré la Sagrada Familia y por ende a Antoní Gaudí, que para mi fue una locura, me pareció impactante encontrarme en una basílica tan peculiar y tan divertida, para mi como pequeño estar ahí fue híper estimulante.
Encontré formas, colores y figuras que nunca hubiera imaginado pudieran ser parte de una construcción real. Pero hubo algo que captó aún más mi atención. En las puertas de la basílica las cuales se caracterizan por un alto relieve conformado por mil y un palabras y tal vez oraciones. Se encuentra una oración muy particular con un color dorado que hace resaltar la frase de las demás, dice lo siguiente: ¿i que es la veritat?.
Yo solo recuerdo que para mi fue muy peculiar leer esa frase estando ahí, porque además yo no la descubrí si no que fue mi papá quien lo hizo y tengo grabada en mi memoria la fotografía que mi papá capturó de la frase en ese momento.
Identificó que yo era un niño muy curioso y recuerdo haberle preguntado a mis padres que significaba la frase. Mi papá me respondió: ¿Que es la verdad?, en ese momento recuerdo de pequeño experimentar una gran confusión, ¿Como que? ¿Que es la verdad? en ese momento la pregunta carecía de sentido para mi. Pero recuerdo la intriga de ver la foto y preguntarme ¿por qué solo esa frase estaba en color dorado? y también repetirla sintiéndome un extranjero que había aprendido algo del lugar en el que me encontraba. Tal vez ese fue mi primer contacto con cuestionarme que era la verdad. Confuso, intrigante y caluroso por el cálido verano que se suscitaba en la costa Española.
Foto de mi papá, 2010.
Creo que después mi segundo contacto con respecto a cuestionarme sobre la verdad en mi vida, aconteció en mi adolescencia, la primera vez que leí “The doors of perception” de Aldous Huxley. Pero no sucedío solo al leer el libro, sino que comenzó a tomar fuerza en mi cabeza ya que en esa época comencé a experimentar con psicodélicos, y por ende llegó a mi el libro de las puertas de la percepción. Para mi era importante explorar las fronteras de mi realidad y en su momento los psicodélicos me ayudaron a trascender esas fronteras, o al menos eso creía en ese momento. Citaré a continuación una de las quotes más representativa de esa época de mi vida y tal vez también de esa búsqueda humana.
“If the doors of perception where cleansed everything would appearto man as it is, Infinite.
For man has closed himself up, till he sees thro’ narrow chinks of his cavern.”
William Blake.
Blake, 2024.
Para mi esta frase significaba liberación, y yo lo buscaba a través del consumo, sin darme cuenta que estaba encarceladome en una caverna diferente.
Me gustaría realizar un paréntesis, ya que al comenzar a escribir sobre esta palabra, muchas de las fuentes al consultar en Google sobre el significado, están ligadas a aspectos religiosos. Para mi el enfoque de la ascesis no tiene que ver con un aspecto religioso, sino espiritual, lo cual es totalmente diferente.
Habiendo abierto este paréntesis, quiero comentar sobre la espiritualidad en esa época de mi vida. En la que llegó Blake y los psicodélicos.
Crecí en una familia de educación católica pero no de prácticas religiosas y también diría que poco espiritual desde mi punto de vista. A mi no se me inculcó una práctica espiritual, ni un contacto consciente con algún ser superior.
Cuando comencé a probar las sustancias psicoactivas, para mi en el sentido espiritual, fue como si hubiera conocido a Dios. Comencé a tener fe en la droga, me volví un fiel creyente y practicante del consumo, según yo buscando la libertad, la verdad. Pero aquí se tergiverso el camino, en vez de entrar en una práctica espiritual, entre en lo que mi psicólogo llama un turismo espiritual, lleno de falacias, apariencias, pose y falsedad.
Confundí la libertad con el libertinaje, y confundí la liberación del espíritu con ser esclavo del deseo, esto me llevó a una caverna aún más estrecha que en la que vivía antes. De mi vida se apoderó una estrechez y una oscuridad sofocante.
Lo que ninguno de los beatniks y escritores de la contracultura, a los que les rinde culto dijo con respecto a la experiencia psicodélica es que la verdad revelada por las sustancias, es una verdad química, y por ende falsa.
Tal vez aquí se puede incluir una de las frases de la poesía más poderosas que he leído al día de hoy, escrita por uno de los más grandes escritores de la contracultura que ha existido. En su filosofía si encuentro verdad, si tan solo la hubiera entendido en su momento…
I saw the best minds of my generation destroyed by madness, starving hysterical naked,
dragging themselves through the negro streets at dawn looking for an angry fix…
Allen Ginsberg, HOWL.
Burroughs, dijo: “Nothing is true, everything is permitted.
Y claro, analizando ahora esta frase. Puedo entender que yo vivía en un frenesí en una locura, en una realidad sin cimientos, casi como una realidad esquizoide, más bien narcisista. En una vida en la que el deseo del individuo es el motor de vida, y uno es esclavo de él. Uno hará lo que sea por satisfacerlo, me volví un animal materialista y carnal, víctima de mi. Y quiero mencionar que esto no es una labor que haya hecho solamente yo. Si no que la sociedad en la que habitamos hoy en día, tiene estas mismas características de una sociedad narcisista, el mundo está inundado por una esfera de imágenes e ideas que carecen de verdad. Malditas redes sociales, maldito culto al narcisismo, maldita enajenación. Yo me dormí. Y camarón que se duerme se lo lleva la corriente, en este caso, la corriente narcisista.
Hoy he dejado atrás a los beatniks y las ideas de la contracultura de los años sesentas. Tal vez en esa época sí tenían un tinte idealista y de liberación, pero hoy en día se necesitan despertares más radicales. Hoy en día se necesita lucidez y sobriedad, había un batch que los integrantes de los “Hell’s Angels” portaban en sus chalecos, 1%ER, lo llevaban aquellos rebeldes que creían en la liberación a través del consumo, pero en la sociedad en la que vivimos el día de hoy ya no existe ese uno por ciento. Ahora el consumo está normalizado, hoy yo diría que sería importante crear un parche para rebeldes con causa que se vea de la siguiente manera 0.1%ER, para aquellos que deciden vivir libres de la sustancias, renunciantes al deseo y a los placeres carnales de la vida.
0.1%ER, 2024.
Agradezco haber transitado por la literatura e ideología que antes mencione, porque en definitiva me permitió vislumbrar nuevos panoramas. Que antes no conocía y que ya experimenté, concluyendo que para mi por el camino de los facilitadores químicos no encuentro nada más que esclavitud, dolor, obsesión y locura.
Para ir concluyendo compartiré un poco de cómo la ascesis se ve reflejada en mi vida y cómo la llevó a cabo. Yo entiendo la ascesis como un entrenamiento para el alma, y es una cuestión sumamente compleja, en la cual muchas aristas se manifiestan. El otro día una persona que admiro en demasía dijo que “Aprender a vivir, es aprender a morir”, para mí en términos terrenales y prácticos, eso es la ascesis: Aprender a vivir, y por ende encontrar paz. Y no la paz que nos venden en los comerciales de seguros de vida, siempre habrá algo sucediendo en este mundo, pero a través de ordenarme confío en que podré ir encontrando serenidad. Porque para mi es muy claro que cuando atento hacia el desorden, me comienzo a desbalancear. Antes yo buscaba la misantropía, disfrutaba de su presencia, puede ser muy cautivadora y enajenante, pero me conduce a una muerte del espíritu. Cuando procuro mi órden, procuro mi espíritu.
Grounding, 2024.
Para nada me he vuelto un monje budista ni mucho menos, hoy existen muchos espectros en los cuales aún no he encontrado un balance adecuado, viable para que la germinación de la serenidad suceda, pero no me rendiré y seguiré intentándolo.
Creo que uno de los puntos más importantes en relación a mi ascesis, es conducirme desde la honestidad, en mi vida ya no hay espacio para la falsedad. Hablar mis tormentos me libera de ellos, he encontrado una red de apoyo con quien compartirlos y escuchar el de las demás personas, esto en definitiva ha sido esencial en mi práctica. Escucharme me ayuda a encontrarme, y escuchar al otro también.
Otro de los puntos esenciales en mi ascesis ha sido el tema de la renuncia, como ya lo mencione anteriormente, en alguna etapa de mi vida, me volví esclavo de mi deseo narcisista, me volví un eterno dependiente de mi deseo carnal. Las voluptuosidades de la vida me embriagaron y me dejaron con una terrible resaca de la que hoy me sigo recuperando, para mi hoy es importante, confiar en las ideas de los gigantes, me refiero a Platón. “In Platón we trust”, Renunciar al éter, al agua, al placer, para procurar el mundo de las ideas, para procurar el pensamiento. Hoy más que nunca con firmeza practico esto. A través de la renuncia, encuentro la paz, porque ya no soy esclavo del deseo, me libero de mi mismo, ahí es donde encuentro la trascendencia de mi ego, antes yo imaginaba que liberarme del ego se podía ver como una experiencia iluminada en donde me encontraría con seres místicos que se llevarian a mi ego y yo quedaría “egoless” trascendido. Hoy me doy cuenta de que no es así. Sino que en mi experiencia yo cargo con mi ego 24/7, pero rehusarme a sus demandas y deseos, me ayuda a cultivar la trascendencia del espíritu. El ego es parte de mi, el ego es humano. Negarme a él sería negar mi humanidad, negar la vida.
La compasión es otro de los puntos clave para mi ascesis, reconocer quien soy hoy, pero no para los demás como en un esquema narcisista, sino que reconocerme para mi. Yo hago mis prácticas mi sadhana para mí, para nadie más. No necesito el reconocimiento ni la aprobación del exterior, y por eso es sumamente importante recordar mis logros y mi humanidad, como diría Ram Dass: ¿Why don’t you try being human?
El ejercicio físico en definitiva para mi es de gran valor en mi ascesis, a través de procurar mi cuerpo, procuro mi espíritu. He encontrado tres disciplinas en las cuales puedo desempeñarme con mucha alegría, motivación y conciencia. Para mi son las siguientes:
Bouldering, Running y Yoga. A través del ejercicio físico puedo encontrar el verdadero “High” que antes busqué en las sustancias, hoy consumo pura dopamina de la buena.
Y creo que en este mismo rubro, también agregare la parte del cuidado físico, alimenticio. Hoy me abstengo de consumir cualquier tipo de sustancia que altere mi percepción, incluida la nicotina, solamente no me funciona y percibo una levedad mayor en mi ser cuando me abstengo del consumo.
Bambi, 2024.
Mi dieta, curiosamente, está migrando a una dieta principalmente vegetariana, aunque aún hay espacio para consumir carne y mariscos, solo he reducido el consumo. Nunca imaginé que fuera a lograr vivir como hoy lo hago. Pero me siento bien. Mi ego me podría decir que que aburrido vivo, pero la verdad es que no.
Últimamente se me ha antojado probar a fumar un puro, en específico un tabaco llamado Maria Mancini, lo conocí porque el personaje de “La montaña sagrada” de Thomas Mann, novela que me encuentro ahora leyendo, goza de fumar. Próximamente me regalaré el gusto de experimentar si se siente adecuado estimularme a través de ese tipo de tabaco. Ya que tiene más de 6 meses que no consumo tabaco comercial.
*Breve nota: Consumí el puro, no me funciono. Mi sistema respiratorio se sintió irritado y contraído. Se probó el tabaco de otra manera y hoy gracias a que me conozco, puedo rehusarme a fumar. Mi lado adictivo claro que me comparte que debería de fumar, pero mi conciencia sabe que no le hace bien.
Hoy procuro estimularme a través de los sentidos, por ejemplo: Me compre un difusor de aceites esenciales, e invierto en aromas como el patchouli y el abeto siberiano que disfruto de percibir en mi atmósfera. Y bueno, la comida, el ejercicio, el arte son algunas de las maneras en las cuales consigo el estímulo.
Tiempo, 2024.
Autoconocimiento es otra de las aristas que conforman mi ascesis y creo que es una de las más importantes para tratar de encontrar una práctica encaminada a la liberación del espíritu y la búsqueda de la verdad. Para cada quien siento que se verá distinta la paz y la serenidad, entonces el estar conmigo y escucharme y conocer quien realmente soy, detrás de los velos del ego y las pasiones carnales del deseo me ha ayudado a conocer mi verdadero ser y por ende mi verdadera paz.
Para mi uno de los elementos más importantes en este aspecto es el escribir, hoy llevo un diario, tanto consciente como inconsciente. Llevo uno en el que registró, pensamientos, reflexiones, ideas, lecturas, imágenes, dibujos, etc.. que suceden en mi diario vivir. Y uno en el que registró el movimiento inconsciente de mi mente, me refiero a los sueños. Para mí se ha vuelto una herramienta esencial de vida, a través de escribirme me conozco.
La lectura es otro de los aspectos que me ayudan a reflejarme en las experiencias, ideas y filosofías de otros personajes o personas, de esta manera, construyó y amplió el mundo de las ideas en mi cabeza, para mí la literatura, es esencial en la vida humana. La literatura libera, libro y libre solo es diferente por una letra.
Me parece que la fotografía es otra de las expresiones artísticas mediante la cual busco el autoconocimiento, a través de retratar mi realidad, generó interpretaciones de ella, que me ayudan a otorgarle un sentido. Retratar mi experiencia humana es un ejercicio que procuro, me gusta últimamente saber que estoy generando un archivo de mis vivencias. Lo que mi memoria no pueda recordar, mis fotografías si.
Otras artes como el cine, y las artes plásticas me ayudan a encontrar filamentos o reflexiones sobre mi verdad, agradezco las artes. Me brindan reflexión y libertad.
Claro está que la terapia para mi es esencial, sin ella no podría estar escribiendo esto hoy.
Para concluir, solo quiero mencionar que una de las prácticas más importantes y en la cual encuentro un sentido de vida es tratar de vivir desde el amor. A lo largo de mi vida me he conducido a través de otros estados de conciencia, pero hoy el que más me atrae es el amor.
Para mi, como dijo John Lennon: “Love is the answer”, y esto se ve manifestado en cómo me conduzco hacia mi cuerpo, hacia mi mente y hacia mi espíritu, primero conmigo y después con los demás. Esto no quiere decir que no me enoje, o que de pronto no envidie, o no deteste alguna actitud. Porque eso sería vivir desde la falsedad y desde la demanda para conmigo mismo. Pero si trato de llevarla suave. Un ejercicio que he estado practicando en los últimos meses.
Después de leer, “The map of consciousness, Explained” de Dr. Richard Hawkins, en el cual plantea un simple ejercicio para practicar la ligereza: Deja pasar a todos en el tráfico, eso te dira si estas tan elevado como crees. Jaja, y digo obviamente hay veces en las que cero lo quiero hacer, pero si trato la mayoría del tiempo conducirme desde ahí.
Hay mil y un manifestaciones de cómo procurar el amor, cada quien podrá ir encontrando las suyas. Saludar a los niños, o sonreirle a los extraños, abrazarme con amor y consciencia, así como hacerlo con las personas que amo y quiero para mi son algunas otras de estas prácticas.
Para mi fue importante escribir sobre cómo llevó a cabo una ascesis en mi vida, compartirlo con los demás, me pareció adecuado. Comienzo a cerrar con un par de frases que hoy iluminan mi camino y me inspiran a seguir procurandome a través de una sadhana.
I am perfect, just the way I am. But there’s still room for improvement.
Dosto, así título a mi nuevo escritor favorito, es de cariño porque lo amo. Dostoievski es un escritor Ruso del siglo XIX, nunca me imaginé que fuera a estar escribiendo por gusto sobre él. En la prepa me tocó leer un poco de “Crimen y castigo” pero el simple hecho de verlo en un libro de literatura me dio flojera. A lo largo de mi vida el oponerme ha sido una constante. ¿Oponerme a qué?, a lo que sea que se pueda oponer uno, es mi naturaleza, me ha traído consecuencias buenas y en su mayoría malas. Yo me oponía a leer clásicos de la literatura, me daba tremenda hueva, prefería sumergirme en literatura beatnik pornográfica y controversial, y me perdí de todo un mundo de posibilidades y mundos.
En la introducción de “Poesía, pan de los elegidos” de Octavio Paz, Sergio Pitol dice lo siguiente:
“El libro es uno de los instrumentos creados por el hombre para hacernos libres. Libres de la ignorancia y de la ignominia, libres también de los demonios, de los tiranos, de fiebres milenaristas y turbios legionarios, del oprobio, de la trivialidad, de la pequeñez. El libro afirma la libertad, muestra opciones y caminos distintos, establece la individualidad, al mismo tiempo fortalece la sociedad y exalta la imaginación.”
Me parece que para mi el primer libro que me ayudó a viajar, a volverme libre fue “Rosa está hecha un lío” de Juan Carlos Chandro, lo leí cuando tenía aproximadamente 8 años, y solo recuerdo estar en casa de mi abuela en posiciones absurdas leyendo sin poder dejar de devorar páginas. Recuerdo que mi mamá comenzó leyendo a mi hermana y a mí, pero para mi fue inevitable reservarme a que la lectura la hiciera solo mi madre, me opuse a la idea de que habría una hora destinada a viajar con los relatos de Rosa y decidí embarcarme en la obsesión literaria.
Cabe mencionar que mi ego mientras escribo esto me comparte lo siguiente: Que oso que estés hablando de tu primer éxtasis literario con un libro para niños, deberías de contarles que “La Náusea” de Sartre fue con el libro con el que experimentaste esas sensaciones. Y con consciencia, le respondo a mi ego que ¡Gracias por compartir! pero así no fue, con La Nausea de Sartre varias veces entre en sueños existenciales jaja, y me costó un huevo y la mitad del otro leerlo.
Se me hace curioso que el objetivo de este artículo sea hablar de Dostoievski y que yo haya terminado mencionando literatura infantil. Pero la importancia de mencionar ese libro que me marcó en mi infancia es que para mi leer “Los hermanos Karamázov” de Dostoievski generó esas mismas sensaciones con las cuales ese primer libro me hookeo.
Me considero de cierta manera un lector ávido, disfruto plenamente de el acto de leer, y en estos últimos dos años me he caracterizado por siempre estar leyendo, Luna Miguel dice que; “Leer es lo que se hace, mientras uno no esta follándo”, entonces se podrán imaginar como esta mi vida sexual actualmente si acabo de leer un librito de 1130 páginas jaja, pero bueno ese no era el punto.
La verdad no tengo ni la más remota idea de cómo llegó Dosto a mi vida. Utilizo una plataforma de lectura o no se que sea, llamada “Goodreads” en la cual tengo una lista de que quiero leer. Pero Dostoievski no estaba en esa lista, simplemente un día me encontré en El péndulo (la cual creo que es de mis librerías favoritas) y solo tenía una misión, quería leer un clásico. Me opuse a seguir leyendo literatura contemporánea, sentí que algo me hacía falta. Y se manifestó Dostoievski, y en particular “Los hermanos Karamázov”. Si yo tenía algún prejuicio ante cómo se veía la literatura clásica, “Los hermanos Karamázov” era el claro ejemplo de este prejuicio. Un libro de un escritor ruso, con un apellido rebuscado que pesara aproximadamente 1 kilogramo, o sea un tabique. A primera instancia al ver el libro me sentí claramente intimidado ante la pieza literaria que se encontraba ante mi, pero en la librería me lo súper recomendaron, y la verdad creo en que lo que es para uno, simplemente le llega, algo me llevó a escoger el libro de entre los demás que tenia pensado comprar y me lo lleve a casa, es como si fuera un perro en adopción o algo asi jaja, un ejemplar más de “Los hermanos Karamázov” había encontrado a su dueño.
Comencé a leer un tanto escéptico a si el libro fuera a gustarme, la edición que compré y me imagino que en general muchas de las ediciones contenía un prólogo en el cual se hablaba del autor su historia y sus demás novelas, leer 70 páginas solo de prólogo es algo que en general sucede cuando el libro va a ser particular, o estará muy malo y no vas a entender nada o agradecerás entender al autor un poco antes de leer libro porque quedarás sorprendido y enamorado de su lírica poetisa jaja, bueno claro está que hay una infinidad de posibilidades de porque un libro tendría un prólogo de 70 páginas, solo esas son un par de las que he experimentado.
Para mi la experiencia de un libro físico no tiene comparación alguna, no me llama la atención leer en formato digital y la verdad disfruto de sobremanera coleccionar libros, con ellos a mi alrededor me siento acogido. El libro de “Los hermanos Karamázov”, es una de las últimas adiciones a mi colección y solo disfruto verlo reposar en el librero, disfruto verlo y recordar todo lo que me regaló.
Ahora les compartiré un poco de lo que me regaló y la experiencia de leer un libro de semejante talla.
Para mi una de las ideas que más impactó mi mente, espiritu y alma fue la siguiente quote:
“Existo y Amo”, a través de esta frase pude liberarme de la cerrada idea existencial de pensar y luego existir planteada por Descartes. Me pareció que a través de esta frase pude reflejar el sentido de mi existencia en 3 concisas palabras, para mi hoy es importante tratar de habitar desde el amor, primero que nada conmigo mismo y después con quienes me rodean y con mi entorno.
Antes yo había leído una de las frases más célebres de este libro interpretada por uno de los escritores beatniks más reconocidos, Burroughs. El decía “Nothing is true, Everything is permitted”, el “Todo está permitido” de Dostoievski me lleva a nuevos panoramas de reflexión, sobre todo después de haber leído algo tan poderoso como: “Existo y Amo”.
La ambivalencia y el diálogo que encontré en los personajes de Dosto al expresar ideas como las anteriores, para mi fue sumamente enriquecedor intelectual y espiritualmente hablando. La verdad es que soy una persona que dentro de mi experiencia humana siempre me ha parecido interesante atentar contra el límite, ¿Si existen reglas, que no están hechas para romperse? era un poco mi manera de pensar y a veces sigo habitando desde esa filosofía, no me quiero pintar como un santísimo puritano. Pero lo que gracias a Dosto logre comprender es que si, cada individuo es libre de hacer lo que se le antoje, ya sea incluso matar, nada está prohibido en la experiencia humana. Pero hay algo sumamente importante que yo antes en mi mente fantasiosa e ingenua no había logrado comprender, uno no puede vivir sin consecuencias. Dejémoslo en remordimientos, el alma pura experimentará siempre el remordimiento. Y eso es lo que a mi me conmueve, yo he actuado desde el “Todo está permitido”, pero mi remordimiento siempre se ha acabado manifestando y haciéndose notar para que yo le preste atención y trabaje entonces en la purga de mi acción, o por lo menos ahí me encuentro al día de hoy.
Alguno de los personajes de Dosto, ya que no quiero dar spoilers, habla de que los hombres inteligentes se pueden salir con la suya, y cuando lei esto me senti un idiota. Y sí puede que existan hombres inteligentes, pero algunos tienen alma y otros carecen de ella. Dosto me ayuda a conectar con mi alma, y reflexionar con relación a mis acciones.
Dosto también me recordó el milagro de la vida y lo importante que es identificar y honrar mi éxtasis en esta existencia, para mi leer frases como: “Saber que el sol existe, ya es toda una vida”, es una experiencia espiritual, Dosto le recuerda al lector el milagro del orden, del tener vida, del tener consciencia, del tener alma. Vivo en un universo bondadoso y amoroso, confío en que la vida sucede para mi.
Otra de las cuestiones que me impactó fue la gran identificación que encontré con diversos de los personajes en la obra, en un momento me identificaba con Aliosha, y en otra página con Mitia y en otra idea con Ivan, y en otra acción con Fiodor Pavlovich y en otra frase con Iliusha y en una experiencia con Kolia. Para mi leer este libro fue en cierta manera leer mi vida con otros personajes. Y tal vez a veces por eso leo, porque me ayuda a acomodar mi existencia, a darle un sentido o una nueva perspectiva. Pero en este libro solo la manera en que sucedió lo que relato, fue muy especial y nunca antes lo había experimentado de esa manera, pensé en la película “Interstellar” y un poco en “Cloud Atlas”, imaginé que esas vidas que se describen en la novela también eran la mía en este presente, y esto puede que se deba a que realmente soy un ser humano más, no soy único en la experiencia, puede que muchos otros seres experimentan situaciones similares. Pero en definitiva noté una conexión particular con ciertas situaciones y vivencias, no puedo dejar de hacer hincapié en ello, también por eso se ha convertido en mi libro favorito al día de hoy.
Al final hubo dos situaciones en las que particularmente me sentí conmovido por el puente de identificación, una de ellas fue el castigo impuesto a uno de los Karamázov, no diré más detalles, porque no quiero que esto genere spoilers, genuinamente me interesa que haya más gente que lea este libro y con la quien pueda compartir lo experimentado en la lectura.
Y la segunda fue la muerte de un amigo querido a temprana edad, ese fue un hecho que marcó mi infancia y pude leer esa experiencia en otros personajes y con una perspectiva diferente que cuando en mi vida sucedió este hecho.
Para terminar este escrito, puedo decir que me quedan cortas las palabras para describir lo que este libro produjo en mí, me encuentro deseoso de continuar leyendo libros de Dosto. Me parece que es un autor que con extrema precisión examina al humano y sus comportamientos, para mi solo es una delicia disfrutar de ello, como comerse un buen éclaire.
También puedo concluir que Dosto rompió en mí el estigma de leer escritores u obras de literatura clásica, ahora me encuentro sumamente interesado en buscar expandir mis horizontes imaginarios, psicológicos, espirituales y literarios a través de obras del consciente colectivo, (especialmente las de Dostoievski jaja) la siguiente novela clásica que ha captado mi atención es “La montaña mágica” de Thomas Mann.
Por lo pronto, les recomiendo darse un clavado en las obras de Dostoievski, yo soy un novato en el tema, pero agradezco ya haber leído una de sus célebres obras. Hay mucho por leer, tanto que a veces me abrumo ya que pienso que la vida no me alcanzará. Seguiré nutriendo mi cabeza y alma con letras, lenguaje y libros, el gran regalo de la humanidad y espero poder seguirles compartiendo un poco de lo que leo y reflexiono. Porque en estos tiempos en los que la satisfacción se puede encontrar con tanta prontitud, leer es ser libre.
¡Sigamos procurando nuestra libertad!, una página a la vez.