Wojnarowicz en el Centro de Tlalpan.

Hoy escribiré un poco sobre el centro de Tlalpan y como me encontré a David Wojnarowicz en una pequeña cafetería. Primero que nada, yo nunca había visitado el centro de Tlalpan, hasta el pasado fin de semana en el cual acompañé a mi hermana a una actividad que tenía que realizar por parte de su universidad, la verdad es que yo no me motivo normalmente a acompañar a mi hermana a sus actividades universitarias. Pero hay un lugar en Tlalpan muy específico que me interesa visitar, así que me dije ¿por qué no? me doy la oportunidad de acompañarla y visitar La Capilla de las Capuchinas construida por Luis Barragan en 1954, un edificio que genuinamente quiero presenciar, y lo digo de esta manera, porque no me fue posible entrar. 

Salimos de mi casa aproximadamente a las 10:15 am, la música que nos acompañaba era el álbum de “All Encores” de Nils Frahm, era un día sumamente caluroso, y tal vez la elección de este álbum no fue la más fresca, para el clima. Ese día compartí con mi hermana, como la música puede producir sensaciones de calor o frescura. Por ejemplo durante el regreso debido al duro calor que se sentía decidí cambiar mi elección por el álbum de “In colour” de Jamie XX una elección mil veces más fresca, que acompañado del aire acondicionado la verdad es que hizo de un traslado en la calurosa megalópolis disfrutable. 

Al llegar a Tlalpan la verdad es que me sorprendí, no esperaba que en una zona al sur como lo es Tlalpan encontrara ese rincón pintoresco y Mexicanismo que caracteriza la colonia del centro de Tlalpan. Lo primero que llamó mi atención fue el “Bazar algo diferente” que se encuentra en la calzada de Tlalpan, la verdad es que disfruto de comprar o a veces darme una escabullida en ropa de segunda mano, me gusta imaginar a los personajes que pudieron haber usado las prendas que compró u observó. Y también a veces me sorprende encontrar prendas casi como hechas a la medida, esto último me recuerda que soy uno más y que no soy tan único como a veces creo serlo jajaja. 

Tlalpan, 2024.

Me estacioné a lado del parque Juana Azabache, y caminé al cajero más cercano para sacar dinero e ir a buscar algo de interés al bazar, no lo podía dejar pasar. Así que le pregunté a la doña del estacionamiento donde se encontraba el cajero más cercano y la conversación sucedió de la siguiente manera. 

Buenos días Jefa, ¿Sabe donde puedo encontrar un cajero por aquí?

Uy no jóven, ese si esta hasta Tlalpan. dijo ella.

Pensé pues que no estamos en Tlalpan o ¿cómo funciona?

Yo le respondí,  vale, jefa y ¿cómo llegó?

No, pues camina usted ahorita tres cuadras, da vuelta a la izquierda y ahí lo va encontrar. Respondió ella.

Pensé que la verdad Tlalpan no quedaría muy lejos entonces. 

Muchas gracias que tenga buen día le dije, y nos despedimos.

Collage en Tlalpan 1, 2024.

Creo que pude haberle preguntado a Google Maps desde un principio, pero me hubiera perdido de esta peculiar interacción, solo me pareció curioso que la doña no quería que caminara mucho o yo que se. Me vio muy guapo y sin bloqueador, no quería que me asoleara, gracias doña. Pero bueno, camine al banco y mientras iba retratando fachadas de las casas de por ahí. Me acordé de una foto de Manuel Álvarez Bravo, en la cual se observa un señor y una chava caminando por la banqueta, la fachada de una casa que tiene unos tendederos con ropa colgando y una nube de lluvia en el cielo, pensé que tal vez la podría haber hecho en Tlalpan, aunque si mal no recuerdo, está tomada en Coyoacán. Tlalpan y Coyoacan tienen similitudes, pero me gusta más Tlalpan, hay menos gente y menos bullicio. 

Tlalpan, 2024.

Al llegar al bazar, comencé a buscar ropita interesante, y a primera vista no encontré nada que me agradara, esperaba conseguir alguna playerita vintage del EZLN jajaja o alguna playera con el año de mi nacimiento, 1998, curiosamente solo había una de 1999, decepción. Buscaba unos pantalones como de traje para usarlos de manera casual, grises con rayas blancas, encontré unos que de largo me quedaban muy bien, pero el usuario anterior si tenía unos varios kilos más que yo, me imagine con una gran timba mientras me los probaba. Terminé llevándome una playerita polo estilo setentera y unos pantalones de vestir cafes por 120 pesos, fue una buena compra. 

Tlalpan, 2024.

Después caminé a la capilla de las capuchinas, emocionado de conocer el sitio diseñado por Bárragan, al llegar esperaba que la puerta estuviera abierta y uno entrara y viera la luz amarillenta que he visto en ciertas fotos. Pero no fue así, el portón estaba cerrado, así que toque el timbre, y me abrió una monja o hermana (la verdad yo no sabia que se les decía hermana).

Le dije, hola buenas tardes, me interesa conocer la capilla.

Ella me respondió, Solo es con cita, tiene que llamar. Le doy el teléfono.

Le pregunté, oiga y no podría pasar a ver ya que estoy aquí. 

Me comentó que el grupo de la visita ya estaba avanzado y que no se podía. 

Comenzó a dictarme el teléfono el cual apunte.

Y volví a preguntarle, no me puedo dar una asomada de menos. 

Y me dijo que no. 

Collage en Tlalpan 2, 2024.

La verdad me quedé un tanto decepcionado, pero bueno, le desee un buen día y decidí investigar qué más había por visitar en las calles. Me meti a Google Maps y descubrí la Parroquia de San Agustín de las Cuevas, decidí que como no había podido entrar a la capilla, podía ir a ver otra capilla, tal vez estaba interesante. Fui a darme una vuelta, entré a la capilla y había una misa, la verdad decidí no quedarme, me generan tedio las misas, recorrí un poco la parroquia y me gusto el color anaranjado que contrastaba con el cielo. 

Tlalpan, 2024.

Después decidí ir a sentarme frente al Kiosco de Tlalpan, y pensé que leería en una banca ahí. Pero decidí nuevamente buscar si no habia algun otro sitio que me interesara, así que nuevamente abrí mi Google Maps y busque lugarcillos que me llamaran la atención. Descubrí una librería/cafetería llamada: “Café Katsina / El desastre Librería”, me llamó la atención el nombre y decidí ir a conocerla, tal vez me podría comprar un buen libro, y tomarme una fresca agua mineral. Al entrar la verdad que no esperaba las editoriales y títulos que había, me encontré con un libro de Jorge Mendez-Blake, el libro de Sofía Táboas: Gama térmica y otros títulos de este estilo. Me pareció curioso, mientras seguía hurgando los libreros, pensé que no me llevaría ningún libro. De pronto me encontré con un gran tesoro que la verdad ni sabía que existía, Los diarios de David Wojnarowicz,  desde que conoci a Wojnarowicz, me fascinaron sus fotografías con la máscara de Rimbaud, así como también los retratos que le hizo a Peter Hujar en el hospital entre muchas otras de sus obras, asi que decidi comprarmelo, aun no lo he abierto pero me fascina y entusiasma haberlo encontrado, disfruto leer mucho los pensamientos y reflexiones de artistas plásticos. Luego les contaré de Mathias Göeritz.

Autorretrato, 2024.

Pero bueno así fue como concluyo mi pequeño viaje conociendo el centro de Tlalpan, en una cafetería muy fresca y a todo dar, leyendo El hombre rebelde de Camus, y disfrutando de un agua mineral de mandarina. En compañía de un nuevo libro sobre el cúal tal vez en algún momento escribo. 

Imagino a Wojnarowicz en la capilla de las capuchinas, retratándose con su máscara de Rimbaud.

Amor y Paz, Andrés.

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